Nuestras velas de ojo turco son una creación única y especial que atraerá toda la atención en tu hogar. El velón de gran calidad está hecho con los mejores materiales y lleno de energía positiva. Cada uno de los velones de ojo turco está cuidadosamente elaborado con la finalidad de que puedas disfrutar de una experiencia única al encenderlo. El ojo turco es un amuleto de protección y buena suerte que se utiliza desde la antigüedad en muchas culturas. Cada vez que enciendas una de nuestras velas de ojo turco sentirás cómo la energía positiva y la protección te rodean. Nuestros expertos artesanos han creado una vela que es mucho más que un simple objeto decorativo, sino que es un talismán poderoso que llenará tu hogar de energía positiva.

• Es un símbolo muy particular que, casi siempre, es de color azul con diferentes tonalidades.
• Desde siempre ha sido usado como un protector del mal de ojo.
• Originario de Turquía, este amuleto tiene un profundo significado que está muy arraigado a esta zona del Mediterráneo haciendo que, muchas personas, lo tengan en casa, lo lleven como abalorio o se lo tatúen en la piel para protegerse de las malas energías.

Otras cosas importantes sobre nuestras Velas del Ojo Turco

La duración aproximada de cada vela es de 48 horas ininterrumpidas y sus medidas son de 6,5 centímetros de alto por 7 de ancho.

Esta fabricada en un vaso de cera, este impide que se derrame por los costados y manche la superficie donde se coloque la vela.

Elaboramos todos nuestros productos con materias primas de primera calidad.

Las parafinas y  ceras naturales no contienen benceno ni formaldehido, que son los que provocan el humo negro y el hollín y los aceites esenciales con los que perfumamos las velas son extraídos directamente de las plantas haciendo así nuestros productos lo mas naturales posibles.

Fabricación artesanal 100% española.

Las tonalidades pueden variar ligeramente debido a la coloración artesanal de la fabricación

Ritual:

Siempre encender con una cerilla de madera.

Escribir el deseo en un papel y quemarlo con la llama de la vela.

La vela no puede ser apagada, y en caso de hacerlo no podrá volver a ser encendida con fines esotéricos, únicamente como decoración.